La ecocardiografía es útil para valorar las dimensiones del anillo y proporcionar una descripción detallada de la anatomía valvular aórtica. El tamaño del anillo constituye una medida clave, ya que determina qué pacientes son candidatos a TAVI y guía la selección del tipo y tamaño de válvula. Se debe medir en sístole, en un plano paraesternal eje largo, con zoom sobre el tracto de salida del ventrículo izquierdo (TSVI). La medida se realiza en el punto de inserción de los velos aórticos, de interfaz sangre-tejido a interfaz sangre-tejido - primer eco a primer eco (Figura 3A), independientemente del grado de calcificación de los velos aórticos.
Desde un plano eje largo (en torno a 110-130°), debemos valorar el TSVI y la parte superior del septo interventricular, ya que la presencia de un rodete septal subaórtico podría suponer un obstáculo para el correcto posicionamiento de la prótesis aórtica. Para minimizar el riesgo de oclusión coronaria, es esencial conocer la distancia desde el anillo aórtico a los ostia coronarios y compararla con la longitud de los velos medidos en un eje largo (Figura 4).
Para realizar la medida de la distancia desde el anillo al ostium coronario izquierdo es imprescindible el uso de ETE 3D o TCMD.